Son muchos los factores que se deben tener en cuenta para escoger la crema hidratante apropiada. Depende, por supuesto, del tipo de piel y de la época del año. También hay que considerar la edad y los signos de envejecimiento o manchas. Y, además, es especialmente relevante ser hombre o mujer, dadas las diferencias evidentes entre la piel de los dos sexos.
Consejos según el tipo de piel
Resulta muy importante identificar el tipo de piel para el uso de hidratación, ya que se aplica en la mañana y en la noche.
– Piel grasa: suele ser gruesa, con brillos e impurezas y poros visiblemente grandes. Estas características se deben a la gran actividad de las glándulas sebáceas. Existe la idea errónea de que este tipo de cutis no necesita hidratación, aunque no es así.
Lo más adecuado en este caso es una loción ligera, de rápida absorción y libre de aceites. Otra característica a tener en cuenta y que acostumbran a recomendar en cualquier farmacia o parafarmacia es que contenga componentes matificantes.
– Piel mixta: caracterizada por exceso de grasa en frente y nariz (zona T) y sequedad en barbilla y mejillas (zona U). Se debe utilizar una crema ligera, pero con gran aporte hidratante, que no sature los poros y proporcione suavidad a la zona seca. Hay muchos productos en el mercado, «retail» u online, que pueden satisfacer estas necesidades.
– Piel normal: es la piel más resistente a alérgenos, y está libre de brillos y sequedad. Una crema hidratante según la edad y la época del año y una nutritiva para la noche será la opción ideal en este caso.
– Piel seca: se reconoce por poros pequeños o inexistentes y piel descamada en frente, nariz y mejillas. Sus peores enemigos son el frío, viento y, por supuesto, el sol. Se aconsejan fórmulas untuosas y de mucha hidratación de día, con calmantes, y por la noche que contengan nutrientes de larga duración e intensivos.
Recomendación de farmacia y parafarmacia para piel sensible
En caso de piel sensible, es muy recomendable que pidamos consejo a expertos. Los rasgos que identifican esta piel son la reactividad a diferentes componentes externos, la descamación y las rojeces e irritaciones. En general, lociones con componentes naturales y libres de alcohol, pero con algún aceite esencial, suelen resultar muy propias para este cutis.
Relevancia de las edades de la piel
Es muy relevante tener en cuenta la edad; las necesidades cutáneas varían y evolucionan a lo largo de los años. Por consiguiente, no puede ser lo mismo una piel joven, más grasa y más activa, que una piel madura.
Desde aproximadamente los 25 años, comienzan a surgir líneas de expresión en los ojos y otras zonas de la cara, que profundizarán hasta la aparición de las primeras arrugas. Teniendo en cuenta estas variables, el sector cosmético cuenta con múltiples líneas de productos capaces de cubrir las necesidades del cutis según la edad:
– Hasta 25 años: crema diaria hidratante de día y de noche.
– Entre los 25 y los 40 años: procedimiento superficial para erradicar las incipientes líneas de expresión; además se debe optar por utilizar un contorno de ojos, loción hidratante de día y nutritiva de noche.
– A partir de 40 años: hay que tratar el envejecimiento del rostro, aplicando cremas más untuosas y nutritivas para suavizar las arrugas, que serán más profundas. En el mercado online se pueden encontrar muchas opciones apropiadas.
Hay que considerar que estas edades son aproximadas y dependen del tipo piel de cada persona. Por tanto, además de la edad, tendremos en cuenta los signos específicos de envejecimiento, alrededor de ojos y de la boca. La flacidez es otra característica a analizar, así como la hiperpigmentación y la rugosidad.
Piel madura
Se puede considerar de este tipo a partir de los 35 años de edad, aunque puede variar según el tipo de cutis. Con la llegada de la madurez y, más adelante, de la menopausia, la epidermis experimenta muchos cambios y los signos de envejecimiento son más evidentes. La escasez de estrógenos provoca que la producción de colágeno descienda, afectando a la elasticidad.
Otro rasgo característico de este tipo de tez es la poca luminosidad. Es aconsejable utilizar bases con vitamina C y ácido hialurónico.
La epidermis masculina
La piel de hombre es distinta a la de la mujer; las diferencias más evidentes son el mayor grosor y más contenido sebáceo. Por estas razones, la cosmética masculina es más consistente en la limpieza y de texturas ligeras hidratantes. Además de la rápida absorción de estas texturas más ligeras, se utilizan olores más amaderados y frescos, siguiendo las tendencias aromáticas del resto de productos cosméticos que se han enfocado al público masculino.
La hidratación según la estación
Con la llegada del otoño la piel suele deshidratarse, debido al mal tiempo y las calefacciones. Los cuidados con cremas emolientes, el ácido hialurónico o diferentes vitaminas pueden hacer que se recupere la juventud cutánea por un abuso del sol.
Se puede volver a utilizar ácido retinoico o glicólico, uso que se habrá suspendido durante el verano.
En invierno, se luchará contra la deshidratación causada por el frío; hay que escoger una buena fórmula hidratante, con elementos humectantes que conserven el agua dentro de la epidermis, como la glicerina. También se debe optar por componentes consistentes y untuosos, que hagan de barrera como son la lanolina, silicona y sus derivados. En este aspecto, hay que tener cuidado con las alergias.
La primavera es similar al invierno, sobre todo en sus comienzos. Las precauciones que se tienen en cuenta hacen referencia a las posibles reacciones alérgicas por el aumento de partículas dispersas en la atmósfera.
Por último, en verano se aconseja usar texturas ligeras y de fácil absorción. El calor puede hacernos sudar y los poros expulsarían el agua que se aplica con cualquier crema.
La protección solar debe considerarse en todas las estaciones, ya que la radiación UV e infrarroja siempre está presente, aunque esté nublado o nos parezca que el sol no calienta.
Sin duda, para elegir una crema hidratante es muy aconsejable pedir opinión a los expertos que encontraremos en cualquier farmacia o parafarmacia, donde cuentan con expertos en dermocosmética para un asesoramiento profesional.
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