En algunas ocasiones, resulta inevitable sufrir algún tipo de accidente o dolencia que nos exija guardar reposo. La rutina diaria y laboral puede exigirte que sigas trabajando o llevando a cabo tus labores, pero ¿cómo hacerlo si se te ha aconsejado que descanses de forma continua? Con el alquiler de sillas de ruedas.
Alquilar una silla de ruedas
En la actualidad, hay un buen número de negocios que ofrece este práctico servicio que ayuda tanto a la persona que tiene el problema como a los que le cuidan. En una ortopedia de calidad pueden ofrecerte esta opción. Es importante mencionar que, dependiendo de la lesión, la silla de ruedas debe ser la más adecuada para cada situación. La idea es encontrar aquella que mejor se adapte a la persona y la que le garantice una movilidad adecuada a su situación temporal. Es posible distinguir entre los siguientes tipos de sillas de ruedas:
– Sillas de tracción manual. Son las más clásicas y útiles. Al tener que ir moviéndolas con las extremidades superiores podría verse afectada otra zona del cuerpo, por lo que hay que aclarar que dependerá, en todo momento, del tipo de lesiones que se tengan para que su uso sea una solución y no un aumento del problema.
– Sillas de ruedas eléctricas. Son el producto estrella del alquiler de artículos de ortopedia. El paciente puede mover la silla gracias a una palanca y se gana mucho en movilidad y en rapidez. Lo negativo es que son mucho más grandes que las anteriores, que necesitan cierta adaptación de la vivienda y que no son nada prácticas en edificios sin ascensor.
En algunos casos, gracias a su capacidad de movimiento, provoca que el paciente no se esfuerce demasiado, lo que tendrá que ser analizado por el ortopeda. Dentro de esta modalidad se encuentran las scooters en las que el usuario va mucho más cómodo e incluso podría aparcar la silla como si se tratase de una motocicleta con los riesgos que esto conlleva.
Alquiler de sillas en ortopedias
Las personas que apuestan por esta opción pueden tener un problema temporal o fijo. En ambos casos, los negocios especializados ofrecen la oportunidad del alquiler o del alquiler con opción a compra. Esta última opción es más factible al poder ir cambiando de silla hasta encontrar la que mejor se ajuste a las necesidades de cada persona. La idoneidad de cada producto ha de ser evaluada por el profesional que no dudará en recomendarte la opción más adecuada.
La evolución del sector de las sillas de ruedas
Afortunadamente, el paso del tiempo ha logrado que haya casi una silla para cada paciente. Las clásicas sillas han quedado en el pasado gracias a la tecnología. Hoy en día, es posible cambiar las ruedas, alterar la posición del respaldo, escoger el tipo de tracción y una larga serie de posibilidades que permite casi hacer una silla a medida.
Todo depende, como ya se ha explicado, del tipo de lesión y actividad física que se realice en cada momento. Esta posibilidad es fundamental para alcanzar los mejores resultados y para lograr que cualquier persona alquile el producto que le ayudará a recuperarse, o a tener mejor calidad de vida, fácilmente.
¿Por qué debería alquilar en lugar de comprar una silla?
Partiendo de la libertad de cada persona para actuar como prefiera, alquilar una silla es lo mejor en casos de lesiones temporales ya que no es necesario hacer un gran desembolso de dinero para algunos meses. Si el problema va a ser más duradero se puede aplicar la misma solución. No parece demasiado lógico hacer un gran pago por una silla que quizás no sea apropiada. El alquiler permite probar, comparar, escoger y, finalmente, ir pagando poco a poco, lo que supone un gran apoyo a la economía familiar.
Recuerde que una silla de ruedas eléctrica cuesta más de 2.000 euros y que, dependiendo de cada caso, puede llegar a ser un duro golpe al presupuesto casi imposible de salvar. El alquiler es mucho más práctico y permite, por una cantidad más adecuada, disponer de este producto en cualquier momento.
La legislación vigente obliga a que las ciudades sean más accesibles a todo tipo de personas. Esta circunstancia ayuda a que cualquier persona en silla de ruedas pueda recorrer cualquier localidad con mayor autonomía y sin problema alguno. El factor de la independencia y de la libertad de movimientos es básico para acelerar la recuperación física, y psíquica, que produce cualquier lesión que obligue a usar este tipo de adminículos.
¿Dónde puedo alquilar una silla de ruedas?
En una ortopedia de prestigio que se interese por la salud de sus clientes. Estos negocios han conseguido, en estos últimos años, mejorar así sus servicios y ofrecer esta gran posibilidad a cualquier persona. En algunos casos, incluso es posible llevar a cabo el alquiler online (algo muy útil para personas que viven en zonas aisladas).
Lo que se aconseja es desplazarse directamente a la ortopedia que ofrezca el servicio para comprobar in situ el catálogo disponible, hacer todas las pruebas necesarias y llevarse a casa tanto la que más le guste como la que el especialista en ortopedia le aconseje.
Recuerda siempre llevar el diagnóstico de su médico para que el personal que le atienda tenga todas las pistas necesarias para aconsejarte lo mejor posible. Solo así conseguirás alquilar aquella silla que te ayude a recuperarte y, lo más importante, que no te haga más daño del que ya tienes.
El alquiler de sillas de ruedas es, por lo tanto, la mejor opción para acelerar la recuperación de cualquier tipo de paciente de una manera más práctica. Independientemente de la duración de la lesión, siempre podrás cambiar de silla, renovarla e incluso apostar por el alquiler con opción a compra. Solo así se logrará que esa persona que desea mejorar tenga mayor movilidad, más autonomía y más seguridad a la hora de afrontar su rutina diaria. Consulta en tu ortopedia y apuesta por el alquiler, es la opción preferida de un alto porcentaje de personas en tu misma situación personal.
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