Piel reseca, irritada, con picor y que se ha enrojecido últimamente es sinónimo de piel atópica. Cabe preguntarse: ¿qué se puede hacer para evitar esta patología? Y, además, ¿qué jabón y/o crema hidratante debe utilizar la persona que ya la padece, para tratarla y eliminarla en el menor tiempo posible?
Se calcula que la dermatitis atópica afecta a un 10 % de la población, por lo que es uno de los principales motivos de consulta al dermatólogo. Vale aclarar que es una enfermedad cutánea crónica cuyo origen, a ciencia cierta, todavía se desconoce; lo que sí se sabe es que responde a patrones genéticos y hereditarios. Quien la sufre, sea varón o mujer, niño o adulto, puede presentar los siguientes síntomas que alertan sobre su aparición: piel seca, como en escamas, rugosa, que ha tendido a ponerse de color rojo, y que pica. En casos extremos, pueden aparecer ampollas que supuran. No rascarse es la clave, ya que así se evitan infecciones y trastornos agudos.
Cualquier región corporal (cara, cuello, manos, pies) puede alojar una porción de piel atópica, si bien los primeros signos surgen en pliegues de la piel; esto es: detrás de las rodillas y en la parte interna de los codos. Ante la primera variación en el color o la textura de la piel, quien lo advierte debe acudir a su dermatólogo de confianza, sin perder un minuto. El profesional calificado será el encargado de evaluar las erupciones, diagnosticar (decidir si se trata de una dermatitis atópica o no) y, de ser preciso, indicar qué tratamiento (farmacológico o no) deberá seguir el paciente en el mediano y largo plazo.
No hay que alarmarse: para tratar esta patología cutánea de manera tópica y sin fármacos, existen diversos tipos de productos, de venta libre en farmacias y parafarmacias online, fabricados específicamente para cuidar la piel atópica.
¿Qué cremas y jabones utilizar para tratarla y decirle adiós?
Para el cuidado del día a día es necesario prestar mucha atención a la calidad de los productos hidratantes o de higiene que se aplican, ya que a la piel del paciente afectado cualquier tipo de hidratación no le aportará los mismos resultados. Atendiendo a ello, se recomiendan:
– Cremas especialmente indicadas para piel atópica. Si el picor es muy fuerte, la crema puede reservarse en la nevera para que aporte un plus de efecto frío y aliviador.
– Uso de jabones con pH neutro. Estos jabones resultan esencialmente cuidadosos y protectores de las pieles atópicas. Eso sí: se sugiere no exagerar con la cantidad de producto, ya que exceso de agua y de jabón empeoran el estado de la piel sensible.
– Lociones diseñadas para aliviar el picor de la piel. Si estas son a base de agua termal, mejor aún. Son las mejores para calmar la sensación de picazón constante.
– Desmaquillantes especiales. Esto es: indicados para tratar pieles sensibles. No usar cualquier producto de dudosa procedencia o indicado para cualquier tipo de piel. No comprar, por ejemplo, aquellos que se venden, para todos, en un supermercado. No son las que necesita una piel con problemas.
Consejos para prevenir la aparición de la piel atópica
También quien tiene antecedentes de piel atópica, pero todavía no ha presentado síntomas, tiene mucho por hacer para evitar su manifestación.
– Limpieza diaria. La hidratación de cara y cuerpo es fundamental. Todos los días, es decir, los 365 días del año. Para aquel que posee una predisposición a padecer de piel atópica, marcará la diferencia.
– Prendas 100 % de algodón. ¿Por qué? Ellas son suaves en contacto con la piel, mientras que las lanas y las fibras sintéticas (poliéster, por ejemplo), en cambio, podrían ser causa de lesiones cutáneas leves a graves.
– Productos aliados de la piel. Se sugiere optar por fragancias y cremas libres de alcohol y parabenos. Asimismo, se recomienda usar un tipo de maquillaje hipoalergénico. Además, es mejor no lavar la ropa con exceso de detergente, ya que ello podría alterar la epidermis.
– Ducha templada y corta = lesiones ausentes. Para prevenir la dermatitis atópica, los expertos aconsejan evitar baños de inmersión y duchas demasiado extensas. También alertan sobre la temperatura del agua: la exageradamente caliente propicia la aparición de síntomas y lesiones. Conclusión: el agua de la ducha diaria corta debe ser templada. Y se debe secar el cuerpo con una toalla densa y suave, sin refregar ni frotar la piel con fuerza.
– Las emociones son importantes. El estrés es un factor desencadenante de los brotes de dermatitis. La persona que desea evitar la piel atópica debe llevar una vida plena y tranquila. ¿Qué más? Practicar deporte a diario y meditar resultan aliados de la piel saludable y del alejamiento de estados de nerviosismo o desequilibrio psíquico.
– Dieta saludable. El chocolate, la leche, las frutas cítricas o secas (nueces, sobre todo), los huevos, los mariscos, la soja, el trigo o las fresas pueden favorecer la aparición de piel atópica. Ante reacciones alérgicas al ingerirlos, informar al dermatólogo a la brevedad.
– Entorno con la humedad suficiente, no exagerada. Los ambiente demasiado calefaccionados o cerrados pueden contribuir a la resequedad de la piel. Evitarlos ayuda, y mucho. Se debe procurar un entorno libre de tabaco. Además, es preciso alejar alérgenos (como ácaros, polen o pelos de mascotas), posibles agentes productores de una reacción inflamatoria aguda.
A modo de conclusión
Quien posee piel atópica debe cuidarla siempre, y tratarla con productos apropiados e indicados para tratar la enfermedad. Inclusive cuando esta está controlada y no presenta síntomas o lesiones, ya que el cuidado diario de la piel contribuye a que no se produzcan nuevos brotes y recidivas (recaídas).
Para adquirir cremas, lociones y jabones de primera calidad, el paciente debe dirigirse a su farmacia de confianza. Y si, por algún motivo, le resultara molesto acudir a la de su barrio para comprar productos que pongan en evidencia su padecimiento, es bueno saber que existe la parafarmacia que atiende de modo online.
Que nada impida que quien lo necesite alivie sus síntomas y su preocupación, de manera rápida y sencilla.
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