Los aceites esenciales que se pueden encontrar en una farmacia, parafarmacia, así como en su versión online tienen muchos beneficios, sobre todo, para el cuidado de la piel. Además, son muy agradables al tacto y se pueden emplear algunos de ellos en niños y en mujeres embarazadas. Pero, ¿sabes qué son exactamente los aceites esenciales y cómo los puedes usar?
¿Qué son los aceites esenciales?
El aceite esencial es una parte de la planta. Concretamente se extrae de la propia planta y se obtiene a partir de la materia prima vegetal, ya sea por destilación con agua o con vapor. Están presentes en la planta y, en consecuencia, en varias partes de la misma. Los podemos encontrar en el tallo, en la flor, en la raíz o en las hojas, incluso en la cáscara como es el caso del limón o de la bergamota, que es una fruta cítrica de pequeño tamaño.
Son productos intensamente aromáticos, no tienen grasa, son muy volátiles y muy ligeros, es decir, poco densos. No se disuelven en el agua, aunque son ligeramente solubles en ácido acético y sí son solubles en grasas, aceites o alcohol. Así mismo, se oxidan en contacto con la luz, por eso su conservación ha de ser muy concienzuda y precisa.
Para obtener estos aceites esenciales se puede pasar por dos procesos: destilación y extracción. En la destilación se extrae el aceite mediante una corriente de vapor o arrastre por vapor. En el caso de la extracción, en cambio, se puede realizar por frío, exprimiendo, o por maceración.
La obtención de estos aceites debe realizarse bajo medidas muy específicas y con mucho cuidado, ya que son productos muy volátiles y delicados, se alteran con la luz y son extremadamente frágiles. En este sentido, para utilizarlos solo debemos emplear unos miligramos, puesto que al fin y al cabo, son líquidos muy concentrados que van a tener el efecto deseado con a penas un par de miligramos de uso.
Siguiendo esta línea resulta esencial saber que la mayoría de los aceites esenciales no se pueden aplicar directamente sobre la piel, porque la concentración que tienen puede quemarnos. Para poder aplicarlos a la piel hay que diluirlos en otros aceites base o en agua.
A su vez, no deben ingerirse ni entrar en contacto con los ojos. En caso de que esto te sucediera lo recomendable es que te laves con agua abundante y que no te toques con las manos. El uso debe ser moderado en mujeres embarazadas y en niños, pero eso lo explicaremos más adelante.
Para la conservación de estos productos debes tener especial cuidado, debes guardarlos en un sitio apartado de la luz y deben permanecer en un frasco herméticamente cerrado, de vidrio y preferentemente de color azul para que no penetre la poca luz que haya.
Aplicaciones de los aceites esenciales
Tienen varios usos, desde los más tradicionales como la perfumería y la estética, hasta la conservación de alimentos.
Además de estas aplicaciones, los aceites esenciales se suelen emplear, sobre todo de forma casera, como antiséptico, por sus propiedades. También se emplean en la industria como conservante de algunos cárnicos, incluso en el campo como insecticidas. A este último uso se recurre para tener controladas las plagas de forma natural.
Aceites esenciales durante el embarazo
La gestación es un momento maravilloso aunque muy delicado, hay ciertos alimentos que están «prohibidos» o que se recomienda consumir lo menos posible. Lo mismo sucede con el alcohol o ciertas actividades que conllevan un riesgo para la madre y para el futuro bebé. Con los aceites esenciales pasa algo similar, hay que tener especial cuidado y evitarlos en ciertos momentos del embarazo. Sin embargo, no todos los aceites esenciales son peligrosos para madre y feto. Nos referimos al aceite de cardamomo, de lavanda o rosa.
Los aceites esenciales dependiendo del momento de la gestación y del tipo de aceite se pueden utilizar, pero siempre con precaución e informándose antes. Por ejemplo, hay aceites como el árbol de té o el aceite de lavanda, antisépticos, que se pueden usar solo a partir del cuarto mes de embarazo, es decir, durante el segundo trimestre.
Hay otros que se pueden usar a partir de este momento, como el de albahaca que sirve para aliviar la congestión nasal, la menta que se utiliza para los dolores de cabeza o el jengibre que se usa para los problemas del aparato digestivo y para calmar los dolores que surgen en ciertas articulaciones.
De esta forma, hay que evitar algunos aceites durante el embarazo, como el de salvia que es potencialmente peligroso. Está igualmente contraindicado el aceite de orégano compacto y el de alcanfor. En cualquier caso, si no estás segura de usar o no un determinado aceite esencial durante el embarazo lo mejor es que consultes con profesionales farmacéuticos o médicos. Ellos te indicarán cuáles puedes utilizar sin riesgos.
Aceites esenciales en niños
En el caso de querer usar aceites esenciales en niños o bebés, lo primero que debes saber es cuáles usar y cómo. Es importante tener en cuenta que solo con una gota o dos se obtiene el resultado que buscamos. Por tanto, no administres una dosis mayor.
Tienen varias aplicaciones, aunque la más recurrente es para bajar la hinchazón o como antiséptico después de la caída o golpe del niño. También se pueden usar como relajantes o calmantes antes de dormir. El aceite vegetal de almendra es buena muestra de ello.
Un momento ideal para emplear los aceites esenciales es en la hora del baño. Puedes aprovechar ese momento de relajación para aplicar una gota de aceite diluido en la planta del pie. Recuerda diluirlo en aceites base.
No se deben aplicar en niños menores de 3 años ni lactantes, salvo en casos muy específicos en los que así lo recomiende su médico.
En definitiva como ves, los aceites esenciales tienen muchas variedades y usos. Si vas a iniciarte en este mundo debes acudir a tu farmacia o parafarmacia más cercana, como las Farmacias Sahilleza donde te van a asesorar y recomendar aceites esenciales para su uso diario en casa más apropiado para ti.
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